Primitivos, por un día

En Cetona puedes ponerte en la piel del hombre que vivió entre el Paleolítico (hace más de 50 mil años) y la Edad de Bronce (II milenio a.C.), gracias al Parque Arqueológico de Belverde y al Arqueódromo. Las cavidades de la roca, utilizadas como refugio, han devuelto importantes restos. Hoy es posible visitar con una guía la gruta de San Francesco, la más grande y con evidencias de varias épocas, el Riparo del Capriolo y la gruta Lattaia, frecuentada como lugar de culto incluso en tiempos etruscos y romanos. Un regreso al pasado igualmente sugerente es el de la estructura dedicada a la arqueología experimental. Se trata de una fiel reconstrucción de un pequeño pueblo de la Edad de Bronce y de un asentamiento en gruta del Paleolítico Medio, junto a espacios para la enseñanza de técnicas de excavación e investigación arqueológica y áreas para talleres y actividades manuales dirigidas, sobre todo, a los visitantes más jóvenes.